martes, 15 de mayo de 2012

Y de pronto me encontré envuelto en las tinieblas del estudio. Sentí deslizarse debajo de mi mesa algo que no me pareció un cuerpo vivo sino una presencia sobrenatural que me rozó los pies, y salté con un grito. Era el gato con la hermosa cola empenachada, su lentitud misteriosa y su estirpe mítica, y no pude evitar el calofrío de estar solo en la casa con un ser vivo que no fuera humano.

1 comentario:

  1. ¡Hola!
    Sé que hace mil que comentaste en mi blog pero es que últimamente no me he metido para nada porque he estado entre libros y más libros..
    ya te he enviado la petición a fbc porque me pareció interesante el coment la verdad jeje
    sí, demasiado consumismo en esta sociedad de masas.. un besito!!

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