martes, 17 de septiembre de 2013


Sobre una superficie ardiendo, ella camina a paso de hombre y no parece sentir el dolor.
La muerte le sonríe a un costado casi como esperando su encuentro, pero ella, con su inquebrantable espíritu, se aleja de aquel lugar tan sombrío.
Sabe que la vida sigue, y aun con la muerte presionando en su herida, causandole un horrible dolor, no se atreve a pensar en el porvenir.

lunes, 6 de mayo de 2013

Como no sentirme.

Como no sentirme morir, si con solo pensarte se me acaba el aire.
Como no sentirme invadido, si con una mirada ya sabes todo de mi.
Como no sentirme tan enamorado, si viendote desnuda podría escribirte mil canciones.
Como no perderme en tu aroma, si derrites mis sentidos.

viernes, 15 de febrero de 2013

Delirio entre sueños.

La lluvia golpea mi cara, y me anestecia con el olor a la tierra mojada que sutilmente cautiva mis sentidos como en alguna ocasión lo hiciste tu.

El sol se abre paso con tu andar, y las flores te obsequian su aroma en cada latido, casi rendidas, como enamoradas de tu figura. Y yo perdido en tu cintura me vuelvo a enamorar.

Por algún momento siento que te soñé alguna vez. Pero... ¿Dónde estas? - Vienes, desapareces, ya no te sueño. Vuelves, muero y yo gustoso de tu querer, acepto inútilmente tu rendición, olvidando ya la condición de algun dia olvidarte.

Y hoy ya me abro paso entre tus ojos, y me pierdo en la sensación de sentirte respirar. Escucho atento cual fuera la dulce melodia de tu respiración agitada.
Llevate el vestido que dejaste en el placard, gracias por haber venido y no intentes regresar.

martes, 6 de noviembre de 2012

Siento que siento cuando siento que te siento sentir.


Desesperacion.

Con el andar prodigioso de quien camina sin direccion, anestesiado por algo de tabaco y otras yerbas vuelvo a sentirme asi. Desesperado.
   Desesperado como aquel rey que sabe que perdera la batalla. Desesperado como el anhelo de unos tantos soñadores que le cantan a la luna, pensando que esta, bajara a embellecerles la vida. Tanto como quien no encuentra una cura a su enfermedad, o tal vez como quien busca  encontrarse con si mismo pero sabe que su otro yo, su otra mitad, su media naranja no esta precisamente al lado suyo.

Vuelvo a escribir despues de mucho tiempo sin hacerlo. Se que las palabras siguen flotando en mi mente sin saber encontrar las adecuadas para contar lo que siento.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Todavia tengo amigos que me quieren como soy, siempre un poco loco y todo lo que toco, lo quiebro. Pido perdon.

martes, 30 de octubre de 2012

Me van a tener que disculpar. Feliz cumple Diego Armando.


Me van a tener que disculpar. Yo sé que un hombre que pretende ser una persona de bien debe comportarse según ciertas normas, aceptar ciertos preceptos, adecuar su modo de ser a determinadas estipulaciones aceptadas por todos. Seamos más explícitos. Si uno quiere ser un tipo coherente debe medir su conducta, y la de sus semejantes, siempre con la misma idéntica vara. No puede hacer excepciones, pues de lo contrario bastardea su juicio ético, su conciencia crítica, su criterio legítimo.
Uno no puede andar por la vida reprobando a sus rivales y disculpando a sus amigos por el solo hecho de serlo. Tampoco soy tan ingenuo como para suponer que uno es capaz de sustraerse a sus afectos y a sus pasiones, que uno tiene la idoneidad como para sacrificarlos en el altar de una imparcialidad impoluta. Digamos que uno va por ahí intentando no apartarse demasiado del camino debido, tratando de que los amores y los odios no le trastoquen irremediablemente la lógica.
Pero me van a tener que disculpar, señores. Hay un tipo con el que no puedo. Y ojo que lo intento. Me digo: no puede haber excepciones, no debe haberlas. Y la disculpa que requiero de ustedes es todavía mayor, porque el tipo del que hablo no es un benefactor de la humanidad, ni un santo varón, ni un valiente guerrero que ha consolidado la integridad de mi patria. No, nada de eso. El tipo tiene una actividad mucho menos importante, mucho menos trascendente, mucho más profana. Les voy adelantando que el tipo es un deportista. Imagínense, señores. Llevo escritas doscientas sesenta y tres palabras hablando del criterio ético y sus limitaciones, y todo por un simple caballero que se gana la vida pateando una pelota.
Ustedes podrán decirme que eso vuelve mi actitud todavía más reprobable. Tal vez tengan razón. Tal vez por eso he iniciado estas líneas disculpándome.
No obstante, y aunque tengo perfectamente claras esas cosas, no puedo cambiar mi actitud. Sigo siendo incapaz de juzgarlo con la misma vara con la que juzgo al resto de los seres humanos. Y ojo que no sólo no es un pobre muchacho saturado de virtudes. Tiene muchos defectos. Tiene tal vez tantos defectos como quien escribe estas líneas, o como el que más. Para el caso es lo mismo. Pese a todo, señores, sigo sintiéndome incapaz de juzgarlo. Mi juicio crítico se detiene ante él, y lo dispensa.
No es un capricho, cuidado. No es un simple antojo. Es algo un poco más profundo, si me permiten calificarlo de ese modo. Seré más explícito. Yo lo disculpo porque siento que le debo algo. Le debo algo y sé que no tengo forma de pagárselo. O tal vez ésta sea la peculiar moneda que he encontrado para pagarle. Digamos que mi deuda halla sosiego en este hábito de evitar siempre cualquier eventual reproche.
El no lo sabe, cuidado. Así que mi pago es absolutamente anónimo. Como anónima es la deuda que con él conservo. Digamos que él no sabe que le debo, e ignora los ingentes esfuerzos que yo hago una vez y otra por pagarle.
Por suerte o por desgracia, la oportunidad de ejercitar este hábito se me presenta a menudo. Es que hablar de él, entre los argentinos, es casi uno de nuestros deportes nacionales. Para ensalzarlo hasta la estratosfera, o para condenarlo a la parrilla perpetua de los infiernos. Los argentinos gustamos, al parecer, de convocar su nombre y su memoria. Ahí es cuando yo trato de ponerme serio y distante, pero no lo logro. El tamaño de mi deuda se me impone. Y cuando me invitan a hablar prefiero esquivar el bulto, cambiar de tema, ceder mi turno en el ágora del café a la tardecita. No se trata tampoco de que yo me ubique en el bando de sus perpetuos halagadores, nada de eso. Evito tanto los elogios superlativos y rimbombantes como los dardos envenenados y traicioneros. Además con el tiempo he visto a más de uno cambiar del bando de los inquisidores al de los plañideros aplaudidores, y viceversa, sin que se les mueva un pelo. Y ambos bandos me parecen absolutamente detestables, por cierto.
Por eso yo me quedo callado, o cambio de tema. Y cuando a veces alguno de los muchachos no me lo permite, porque me acorrala con una pregunta directa, que cruza el aire llevando específicamente mi nombre, tomo aire, hago como que pienso y digo alguna sandez al estilo de Y, no sé, habría que pensarlo; o tal vez arriesgo un vaya uno a saber, son tantas cosas para tener en cuenta;. Es que tengo demasiado pudor como para explayarme del modo en que aquí lo hago. Y soy incapaz de condenar a mis amigos al tórrido suplicio de escuchar mis argumentos y mis justificaciones para ellos.
Por empezar les tendría que decir que la culpa de todo la tiene el tiempo. Sí, como lo escuchan, el tiempo. El tiempo que se empeña en transcurrir, cuando a veces debería permanecer detenido. El tiempo que nos hace la guachada de romper los momentos perfectos, inmaculados, inolvidables, completos. Porque si el tiempo se quedase ahí, inmortalizando a los seres y a las cosas en su punto justo, nos libraría de los desencantos, de las corrupciones, de las ínfimas traiciones tan propias de nosotros, los mortales. Y en realidad es por ese carácter tan defectuoso del tiempo que yo me comporto como la hago. Como un modo de subsanar, en mis modestos alcances esas barbaridades injustas que el tiempo nos hace. En cada ocasión en la que mencionan su nombre, en cada oportunidad en la cual me invitan al festín de adorarlo y denostarlo, yo me sustraigo a este presente absolutamente profano, y con la memoria que el ser humano conserva para los hechos esenciales me remonto a ese día, al día inolvidable en el que me vi obligado a sellar este pacto que, hasta el presente, he mantenido en secreto. Digamos que mi memoria es el salvoconducto para volver el tiempo al lugar cristalino del que no debió moverse, porque era el exacto lugar en que merecía detenerse para siempre, por lo menos para el fútbol, para él y para mí.
Porque la vida es así, a veces se combina para alumbrar momentos como ése. Instantes después de los cuales nada vuelve a ser como era. Porque no puede. Porque todo ha cambiado demasiado. Porque por la piel y por los ojos nos ha entrado algo de lo cual nunca vamos a lograr desprendernos. Esa mañana habrá sido como todas. El mediodía también. Y la tarde arranca, en apariencia, como tantas otras. Una pelota y veintidós tipos. Y otros millones de tipos comiéndose los codos delante de la tele, en los puntos más distantes del planeta.
Pero ojo, que esa tarde es distinta. No es un partido. Mejor dicho: no es sólo un partido. Hay algo más. Hay mucha rabia, y mucho dolor, y mucha frustración acumulada en todos esos tipos que miran la tele. Son emociones que no nacieron por el fútbol. Nacieron en otro lado. En un sitio mucho más terrible, mucho más hostil, mucho más irrevocable. Pero a nosotros, a los de acá, no nos cabe otra que contestar en una cancha, porque no tenemos otro sitio, porque somos pocos, estamos solos, porque somos pobres. Pero ahí está la cancha, el fútbol, y son ellos o nosotros. Y si somos nosotros el dolor no va a desaparecer, ni la humillación ha de terminarse. Pero si son ellos. Ay, si son ellos. Si son ellos la humillación va a ser todavía más grande, más dolorosa, más intolerable. Vamos a tener que quedarnos mirándonos las caras, diciéndonos en silencio “te das cuenta, ni siquiera aquí, ni siquiera esto se nos dio a nosotros”. Así que están ahí los tipos. Los once tuyos y los once de ellos. Es fútbol, pero es mucho más que fútbol. Porque cuatro años es muy poco tiempo como para que te amaine el dolor y se te apacigüe la rabia. Por eso no es sólo fútbol.
Y con semejantes antecedentes de tarde borrascosa, con semejante prólogo de tragedia, va ese tipo y se cuelga para siempre del cielo de los nuestros. Porque se planta enfrente de los contrarios y los humilla. Porque los roba. Porque delante de sus ojos los afana. Y, aunque sea, les devuelve ese afano por el otro, por el más grande, por el infinitamente más enorme y ultrajante. Porque aunque nada cambie allá están ellos, en sus casas y en sus calles, en sus pubs, queriéndose comer las pantallas de pura rabia, de pura impotencia de que el tipo salga corriendo mirando de reojito al árbitro que se compra el paquete y marca el medio.
Hasta ahí, eso sólo ya es historia. Ya parece suficiente. Porque le robaste algo al que te afanó primero. Y aunque lo que él te robó te duele más, vos te regodeás porque sabés que esto, igual, le duele. Pero hay más. Aunque uno desde acá diga “bueno, es suficiente, me doy por hecho”, hay más. Porque el tipo, además de piola es un artista. Es mucho más que los otros.
Arranca desde el medio, desde su campo, para que no queden dudas de que lo que está por hacer no lo ha hecho nadie. Y aunque va de azul, va con la bandera. La lleva en una mano, aunque nadie la vea. Empieza a desparramarlos para siempre. Y los va liquidando uno por uno, moviéndose al calor de una música que ellos, pobres giles, no entienden. No sienten la música, pero van sintiendo un vago escozor, algo que les dice que se les viene la noche. Y el tipo sigue adelante. Para que empiecen a no poder creerlo. Para que no se lo olviden nunca. Para que allá lejos los tipos dejen la cerveza y cualquier otra cosa que tengan en la mano. Para que se queden con la boca abierta y la expresión de tontos, pensando que no, que no va a suceder, que alguno lo va a parar, que ese morochito vestido de azul y de argentino no va a entrar al área con la bola mansita a su merced, que alguien va a hacer algo antes de que le amague al arquero y lo sortee por afuera, de que algo va a pasar para poner en orden la historia y las cosas sean como Dios y la reina mandan, porque en el fútbol tiene que ser como en la vida, donde los que llevan las de ganar ganan, y los que llevan las de perder pierden. Se miran entre ellos y le piden al de al lado que los despierte de la pesadilla. Pero no hay caso, porque ni siquiera cuando el tipo les regala una fracción de segundo más, cuando el tipo aminora el vértigo para quedar de nuevo bien parado de zurdo, ni siquiera entonces van a evitar entrar en la historia como los humillados, los once ingleses despatarrados e incrédulos, los millones de ingleses mirando la tele sin querer creer lo que saben que es verdad para siempre, porque ahí va la bola a morirse en la red para toda la eternidad, y el tipo va a abrazarse con todos y a levantar luego los ojos hacia el cielo. Y hace bien en mirar al cielo, porque no sé si sabe, pero ahí están todos, todos los que no pueden mirarlo por la tele ni comerse los codos.
Porque el afano estaba bien, pero era poco. Porque el afano de ellos era demasiado grande. Así que faltaba humillarlos por las buenas. Inmortalizarlos para cada ocasión en que ese gol volviese a verse una vez y otra vez y para siempre en cada rincón del mundo. Ellos volviendo a verse una y mil veces hasta el cansancio en las repeticiones incrédulas. Ellos pasmados, ellos llegando tarde al cruce, ellos viéndolo todo desde el piso, ellos hundiéndose definitivamente en la derrota, en la derrota pequeña y futbolera y absoluta y eterna e inolvidable. Así que, señores, lo lamento. Pero no me jodan con que lo mida con la misma vara con la que suponen debo juzgar a los demás mortales. Porque yo le debo esos dos goles a Inglaterra. Y el único modo que tengo de agradecérselo es dejarlo en paz con sus cosas. Porque, ya que el tiempo cometió la estupidez de seguir transcurriendo, ya que optó por dejar que los ingleses tuvieran todavía los otros días de su vida para tratar de olvidarse de ese, al menos yo debo tener la honestidad de recordarlo para toda la vida

miércoles, 24 de octubre de 2012

Te pido.

Te pido por favor que cuando puedas me olvides, sera mas facil. Te pido por favor que cierres tus ojos y dejes que el viento golpee tus mejillas. Te pedire una vez mas esa porcion de amor que me transmite tu mirada, un beso mas aunque me cueste la vida. Te pedire que me quieras, y te desnudes a mi lado. Pero que luego de amarme te marches y ya no se te ocurra volver. Quedate con un bonito recuerdo de mi existir. Que yo te regale la vida en cada suspiro. Te entregue mi alma en cada beso y caricia.

Pero hoy me encuentro tan ajeno a ese amor, me siento tan perdido en la inmensidad de este mundo. Ya no te amo, por que perdi esa capacidad. Ya no te tengo por que ya no se si existes. Te busque tantas veces en mi olvido y termine perdiendome. Ya no puedo sonreir por el frio de mis labios. Mi alma muere de pena. 

Ayudame a encontrarme.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

Sigo dando vueltas de madrugada borracho, tirado: necesito una explicacion. Es que hay una luz en tu ventana nena, nena o es que tu cama se incendio.


lunes, 10 de septiembre de 2012

Cobarde para amar.

Y ella sigue esperando tu cancion, sentada en el camino mirando su reloj... Y tal vez nunca te atreveras a hablarle, tienes miedo de ser un
tonto mas. Ay! si pudieras romper ese cristal, tocar su cuerpo y amarla de verdad.


domingo, 9 de septiembre de 2012

Yo estaba allí cuando Jesucristo tuvo su 
momento de duda y dolor 
y me asegure por los infiernos que pilatos se 
lavara las manos y sellara su destino.

martes, 4 de septiembre de 2012

Este adiós no maquilla un hasta luego.

Restan días para la primavera, el invierno fallece lentamente. Miro el cielo y las estrellas quieren quebrar en llanto en la inmensidad de la noche. Los perros ladran por tu ausencia y aquella melodía suena en aquel auto en el que una vez fuiste mia.
Me pregunto mi amor: "¿Dónde has ido?- si alguna vez te he tenido y hoy ya no puedo encontrarte, yo nunca quise lastimarte con esa falta de sinceridad.
Ya no existirá claridad en mis días grises, ya no tendré ese arcoiris tan lleno de luz que mi vida descolorida hoy extraña. Si preguntas, reina mía de mil palacios sin democracia, si! es a ti que hoy te,escribo. Es a ti a quien mis ojos lloran bajo esta lluvia de un invierno agonizante, pensando que no habrá un mañana. Quiéreme y odiame hoy preciosa, transmiteme por última vez esa expresión tan llena de paz que yo siempre recordaré esa constancia por el quererme tanto. Vuela! Házlo como una mariposa, posate de flor en flor buscando mi calor tan lleno de afecto. Si nuestro futuro es incierto, te ruego! Tomes cualquier puerto y ponte a navegar... ¿Quien sabe?- Quizás en algun momento nos volvamos a encontrar.



Quise.

Quise bajarte la luna y me estrelle contra el firmamento.
Quise comprarte el cielo sin saber que estaba en el.
Quise morirme en tu pecho, en un eterno descanso.
Me crei tanto este sueño que nunca quise despertar.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Sólo tengo de aquel tren al paraíso
Un furgón impenetrable sin sus puertas.
Y una sábana impermeable de granizo
De una cama que solía ser caldera
Ya no tengo aquella risa terapeuta
Y este espanto tenebroso no da tregua.
Me ha quedado una existencia belicosa
De una paz que hizo a mi vida encantadora.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Tenes.

Tenia el cutis blanquisimo que habia sabido proteger de las inclemencias del tiempo y que estaba delicadamente sonrosado, y sus ojos celestes y alegres daban vida a su hermoso semblante. La boca, ligeramente sensual, y casi entreabierta, parecia ofrecerse al amor.

sábado, 18 de agosto de 2012

Aquella última noche, miré sus pechos, su pubis, besé y toqué cada parte de su cuerpo como si quisiera guardarla para siempre en la memoria de mi boca y  mis manos.

martes, 14 de agosto de 2012

Vive.

No te quedes inmovil al borde de este abismo. Podrias caerte. No te quedes callada cuando hay tantas cosas por decir. Hablame. No dejes de llorar si tienes una gran cantidad de lagrimas reprimidas. No quieras ser algo que no eres, no pierdas tu camino.No te pongas el disfraz de persona incoherente. No te despiertes asustada, hoy estoy contigo. ¿Mañana? ¿Quien sabe?. Vive el presente conmigo. Soñemos juntos. Proyectemos una vida sin mañana. Amame mientras puedas, quizas algun dia yo deje de hacerlo o tu encuentres a alguien mejor que yo. Eso me asusta. Pero teniendote a mi lado en este presente efimero, no pienso en ello. Vive a gusto conmigo, volemos juntos. Liberemos nuestras mentes de la esclavitud mental que nos hemos puesto, quizas por ese miedo inherente a fracasar.
 No pienses, rindete a la vida, a las circunstancias y a este amor tan inusual. Quizas mañana sea tarde para amarme, quizas mi corazon se pudra en la espera de que vuelvas un dia sin razon queriendo tenerme y sea tarde.

No pienses, llora, rie, grita, quiereme princesa. Yo sere tu rey en esta historia inconclusa. Si al fin y al cabo todas esas musas que me inspiraban a escribirte hoy se estan desvaneciendo.

Ayudame a seguir queriendote antes que se me dilaten los ojos y el alma.

Soñemos juntos,

lunes, 30 de julio de 2012

¿Que sera de nosotros?

Es la memoria lo que nos mantiene vivos, es esa energia tan ancestral que todos traemos en el cuerpo, son todos los recuerdos que atesoraremos durante toda la eternidad. Son capaces de mantenernos con vida o razones por sonreir, aunque siempre estaran los malos.

Escribo a mis memorias para vaciar el cuerpo de tantos recuerdos. Deposito en una hoja lo que puedo sentir, y renovando sueños sigo sin dudar. El misterio de la vida tan indecifrable, ese enigma peculiar de vagas esperanzas y de gente tan ironica creyendose capaz de cuestionarla.


Que pasara cuando la gente que esta a mi alrededor vaya desapareciendo, cuando mis familiares caigan rendidos al fin de su existencia y yo me quede llorandolos.

Cuanto extrañare las historias familiares, las reuniones improvisadas que terminaban en mate y en anecdotas infinitamente interminables.

La sabiduria del abuelo, respondiendo cosas casi imposibles, los consejos de papa y los gritos de la abuela. Los ojos tristes de quien quiero mucho, las piernas flojas pero el corazon erguido.

Lo cierto es que pierdo momentos que gano con recuerdos, ´pasa tiempo que me sobra en otras cosas, sin poder acercarme a ellos.

Intentare cambiar, pero el mundo esta firme, y quiere jugar unas cuantas manos en el azar.

Espero solamente no volverme tan loco, y empezar a vivir realmente.

lunes, 23 de julio de 2012

Ojala tengas valor.

No es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título o mucho menos el dinero lo que convierte a una persona en grande. Es su honestidad, su decencia, su amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás. Cuando habla de frente y vive de acuerdo a lo que dice, cuando presta atención, cuando mira a los ojos y sonríe. Una persona es grande cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí. ALGUNAS PERSONAS TIENEN VALOR, OTRAS TIENEN PRECIO.

Yo me retiro.

"Es mejor retirarse y dejar un bonito recuerdo, que insistir y convertirse en una verdadera molestia, no se pierde lo que no tuviste, no se mantiene lo que no es tuyo y no puedes aferrarte a algo que no se quiere quedar: Si eres valiente para decir "adios" la vida te compensará.. Si lo que quieres no te corresponde déjalo ir..Recuerda que lo que unos desprecian otros se mueren por tenerlo.. "

jueves, 19 de julio de 2012

Respira, házlo como si pagaras por el aire. Ríe y llora como si lo fueras a hacer por una última vez.
Duerme, duerme tranquila. Yo seré el guardián de tus sueños. Estaré aqui cuando despiertes. Te sonreiré después de suicidarme con la amargura tus labios.
Besaré una vez más tu piel. Dormiré en tus diminutos pechos vírgenes tan llenos de luz y por la mañana me iré despacio, abandonaré nuestra posada y te odiaré después de amarte. Besame como si se fuera a acabar el mundo, como si el mañana no haya existido jamás. Solo así nos daremos cuenta si esto es puro e infinito como el mar.

miércoles, 4 de julio de 2012

Y el recuerdo de tu aroma vuelve a atacarme, mucho tiempo ha pasado desde que te separaste de mi, y nuevamente siento ese aire tan puro y tan d ulce. El viento besa mis mejillas con lagrimas del aire, el sol me alumbra casi alejandose. Ya la tarde se oscurece y en el vaiven del tiempo llegara la noche. Es un invierno que ya paso, 365 dias tratando de alejarte de mi mente, hasta hoy. He recibido tu olor a las innombrables horas de la noche. Hace dias que no duermo y no parezco estar cansado. Sigo de pie. Me siento fuerte. Ojala siga asi.

Me choque con tu ausencia en un prematuro despertar, y desperidicie mis ojos sin poder mirarte. Sentia tu olor en la claridad del aire, ese empalagoso aroma de tus labios carmesi. Mucho frenesi para ese momento errante. A veces la cabeza me jugaba una mala pasada, creyendo que vuelves a tocar mi puerta. Esta herida quedo abierta, aunque quiero ya cerrarla, ya no puedo ni nombrarla por si vuelve a aparecer.

Revolviendo encontre tu foto entre tantos otros recuerdos, yo no quiero ser tan cuerdo si de ti se trataba. Si el tiempo no me maltrata con otros tantos hechizos.

Encontre una carta que nunca quise terminarte, creyendo que volverias conmigo para poder contarte de que va mi vida. ¿Cuantas palabras me vio el silencio callar? Si buscara en mi memoria encontraria ese cajon con llave que habia ocultado, y encontre una lista casi borrada de palabras mudas.

¿Como haria para poder decirte tantas malabras calladas?, ya mis gritos me lastiman el alma, solo recuerdo juntar emociones. Como poder explicarte lo que alguna vez senti, el invierno enfria mi alma y yo vuelvo a recordarte para lastimarme, pero creyendote volver. Sin pensar en otra cosa.

miércoles, 20 de junio de 2012

Tantas encrucijadas.

Tan acostumbrado estoy a sentirme asi, voy solo con mis pies caminando por estas calles tan faltas de luz (como mi vida), tantas encrucijadas deje detras de esos sueños perdidos, detras de las ilusiones fisuradas por el paso del tiempo.

 Mis momentos ya se pasan lentos, cada calle que camino forja mi caracter, crea mi personalidad y funde mi consciencia en una absoluta falta de cordura.

Acompañado voy de unas verdes hojas de placer absoluto, que un momento corto y eterno se funde en mi con satisfaccion.

Sigo caminando, casi volando voy sin mirar hacia atras, sin doblar el cuello para ver si me persigue tu ausencia, ya la demencia ataca mi cuerpo con ganas de violar mis principios y mis fundamentos. Te juro! Me  juro! que me miento cuando trato de no pensar en vos.

Hoy caminando, he vuelto a pasarme por esa esquina tan sombria en la que alguna vez supiste amarme. Miro a la Luna brillando, la misma Luna testigo de mil noches de encuentros inoportunos, salidas improvisadas y amor de ocasion. Ya me transportaba a otra dimension, ya casi olvidando la idea de soñar con el paraiso. Por que fuera cual fuera, sea como sea, no habria ningun otro lugar en el mundo en que yo quisiera estar, excepto contigo.

domingo, 17 de junio de 2012

Reencuentro con un viejo amor.

Hoy escribo para resurgir esas historias inconclusas, para sacar a flote esas historias de vida que me vi obligado a enterrar en lo mas profundo de mi alma. Quizas pueda encontrar un poco de calma o de.. desesperacion. Ya hay ninguna cancion que no me recuerde a ti. Ya mil soles no brillan tanto como tu ausencia, todavia sueño con tu escencia tan desgarradora.

Es dificil entender como se dan las cosas, pero despues de abrir mis ojos enceguecidos, no pude sino haber languecido, cuando te tenia. Busque tantas veces encontrarte, pero en lugar de eso me quedaba con la sombria fuerza de tu ausencia. Buscando en mi cama lo que con un beso tu me dabas. Ayer me recontre con tu mirada y ya no existia nada, excepto vos y yo. Ya mi vida descolorida tomaba color. Y tan cerca tuyo sentia el calor que tu piel emanaba. Mis labios temblorosos y llenos de frio, desesperados por besarte.
Me acorde quizas un poco tarde que te necesitaba, me hablaba a mi mismo con palabras mudas, miraba con ojos ciegos, gritaba sin voz. Mi cerebro cansado de tanto pensarte, pero mi corazon cobarde que me detenia. Ya no encontraba salida a tanta desesperacion.

Ay! amor prohibido que hoy te escribo, amante secreta, compañera inusual, amor de ocasion hoy te necesito, quisiera gritarle al mundo que hoy quiero tenerte. Soñaba con que te refugiaras en mis brazos, que me permitieras amarte, pero el tiempo paso. Ya mis manos extrañan tu tacto, ya mis boca tus labios. Y hoy tu presente es incierto, y la realidad arrolladora me demuestra que por estos dias no puedo tenerte, que eres prohibida. Prohibida como aquel fruto de mil leyendas y mil historias inconclusas, en el que dos amantes por arriesgarse a probar ese sabor pasaron por mil infiernos. Hoy quisiera arriesgarme a probar tu fruto envenenado, como tus labios, esos que resecan mi piel con un beso. Esos labios productores de fantasias y de historias de terror. Lamento lo que el tiempo nos hace, lamento haberte dejado volar cuando mas queria tenerte. Es cierto que nunca te tuve, y que no sepa si te tendre. Pero quiero aclararte que con un solo instante, con tus labios sobre los mios, me hiciste desaparecer, me hiciste olvidar del frio y de lo malo del mundo. Con tus manos rodeando mi cintura, solo sentia la locura del vaiven de tu escencia. Le juraria al tiempo que algun dia te tendre. Por si acaso siempre te estare esperando.

M.

sábado, 16 de junio de 2012

Vete de una vez.

Por favor recuerda cerrar la puerta cuando salgas, ya no quiero que se enfrie mi alma, ya no quiero resfriarme el corazon, no quiero ningun dolor, ni fiebre en los ojos. Hoy extraño tus antojos y esas ganas de beber.
Si hoy quieres irte, dejarme aqui y correr, ya no podre detenerte. Si ya no puedo tenerte, tendre que de una vez dejarte ir, y aunque me cueste sonreir, seguire caminando sin volver la vista hacia atras. No podre soñar ya con tu regreso, ya no! No esta vez. Si fueras como un pez, solo te irias nadando, y yo me habria acostumbrado a seguir mi camino sin ti.
Ya no sentiremos esa sensacion tan extraña, desoladora, pero que nos hacia tan bien.
-Aunque me duela perderte, ya no puedo retenerte ni encadenarte a mi existir. Ya no quiero sentir estas cosas por vos. Ya casi sin voz, te estoy gritando.


Y ¿Quien sabe?- Quizas algun dia esta vida misteriosa, se haga la graciosa y quiera jugar con nosotros y en algun lugar de este camino nos volvamos a cruzar. ¡¿Volveremos a empezar?

martes, 12 de junio de 2012

Hoy tengo ganas de escribir, aunque sea poco.

A pesar de que prometí no pensar más, lo sigo haciendo, no es poco común que viole mis propias reglas, a veces esas cosas son las que me mantienen vivo. 

Estos dias siento la necesidad de escribir, siento la necesidad de sentir. Pero no consigo ambas, me miro a mi mismo, y como si me viera reflejado en un espejo, veo a dos personas. La que soy, y la que debería ser, y estoy haciendo lo posible para que se junten. Para llegar a ser ese que de verdad necesito ser. Ya no puedo con esta aventura cruel de mentirme, ya no puedo sonreirme sin largarme a llorar. Ya no puedo gritarle al silencio con palabras mudas, ya no me pondré bermudas para salir a caminar.

lunes, 11 de junio de 2012

Cuando vuelve a atacarme la tristeza.

Aca vuelvo a ser ese adolescente tan falto de coherencia, con remolinos en el cerebro y escarcha en el corazón. Ya no tengo razón, ni entiendo muchas cosas, y ya las rosas se impiden florecer, yo ya no se que hacer con este sentimiento, ya no recuerdo aquel momento en que fuiste mia. Basto romper mis esquemas y mi tranquilidad, mi armonia y tiempos de paz. Mi vida esta hecha un desastre, mi muerte ya comienza a florecer, ya comienzo a perecer mientras sigo aqui esperandote.
Comienza la espera de que respondas mis mensajes, en lugar de eso me quedo escuchando el maldito contestador, con esa voz tan desgastada y afonica, casi irradiando tristeza.
Ya mis dias necesitan tu calor, ya la vida me destiñe el alma, y yo estoy buscando tu sonrisa que me devuelva el color, ya no sentiré el olor que emana tu cuerpo, mi alma esta herida por no poder adaptarme a tus simples reglas, por no seguir las,pautas de tu corazón. Ya no puedo vivir de las sobras de este amor tan desafortunado, ya no se si el planeta nos necesita, si nuestro amor, por breve que sea, salvará el mundo. Aqui yace moribundo, este reloj que quiere largarse a llorar. Ya no quiero llegar a un mañana sin ti. Es cierto que me he vuelto adicto al calor de tu piel, a tus labios dulces como la miel. A tus ojos color café, a tu ser tan puro, tu corazòn tan duro que no quiere animarse a sentir. Tantas cosas me faltan vivir...

Mi habitacion te extraña.