miércoles, 29 de agosto de 2012

Tenes.

Tenia el cutis blanquisimo que habia sabido proteger de las inclemencias del tiempo y que estaba delicadamente sonrosado, y sus ojos celestes y alegres daban vida a su hermoso semblante. La boca, ligeramente sensual, y casi entreabierta, parecia ofrecerse al amor.

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